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Autoridades académicas de ambos países abordaron las similitudes entre ambos países en el sector educativo. Michael Spence, rector Universidad de Sidney, aseguró que “la educación superior en Australia y Chile comparten retos ligados al desarrollo económico y a las demandas de inclusión social”.
En el marco del encuentro realizado entre el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) y el Group of Eight (Go8) australiano, que reúne a las principales universidades de ese país, Michael Spence comentó con los académicos chilenos las similitudes entre Chile y Australia que permiten elaborar un plan de trabajo conjunto entre sus principales instituciones de educación superior, orientado a sacar el máximo provecho a las oportunidades económicas que ofrece el área Asia-Pacífico.
Los desafíos socioculturales que impone una fuerte presencia de la industria minera, la necesidad de potenciar el desarrollo agrícola, la población distribuida entre zonas urbanas densamente pobladas y extensas regiones, y demandas de inclusión social son algunos de los retos que comparten la educación superior en Australia y Chile, según Michael Spence, rector de la Universidad de Sidney. El académico encabezó una delegación de académicos del “Go8” australiano que participó de un encuentro con representantes del CRUCH para delinear una estrategia de trabajo conjunto.
El encuentro se realizó en Santiago, en dependencias de la Pontificia Universidad Católica, y en la ocasión la delegación australiana, con representantes de las universidades de Adelaide, Melbourne, Sydney –incluyendo su instituto de investigación médica Kolling-, New South Wales, Queensland y Monash, quienes pudieron conocer detalles del sistema de educación superior chileno y sus desafíos gracias a una completa presentación del rector de la Universidad Austral de Chile, Víctor Cubillos. Luego, el vicerrector Spence dio su visión sobre los desafíos que comparten ambos sistemas educacionales, abundando en algunos detalles de la experiencia australiana.
“En el Go8 australiano tenemos más de 6 universidades con más de 50.000 alumnos. En ellas, los estudiantes construyen sus propios programas de estudios. Hacemos investigación de forma intensiva y el 20 al 25% de nuestros estudiantes viene de fuera del país”, explicó Spence. Respecto del financiamiento, principalmente los alumnos de pregrado tienen un aporte del Gobierno, y la diferencia la paga el estudiante directamente o a través de un crédito estatal sin intereses, que se comienza a cobrar cuando el beneficiario alcanza cierto nivel de ingreso.
Sin embargo, a pesar de estas diferencias con el sistema chileno, Spence hizo hincapié en los desafíos comunes al sistema universitario de ambos países: “Tenemos desafíos similares sobre qué hacer con la minería y la agricultura, sobre la innovación, sobre la inclusión de estudiantes indígenas y sobre cómo asegurar que los estudiantes que egresan de nuestras instituciones tienen las habilidades necesarias para desenvolverse en el mundo actual”.
Finalmente, Spence rescató la experiencia de Australia y su alianza de larga data con el sistema educacional chino: “Llevamos 40 años de compromiso profundo con China, desarrollando programas de estudios comunes, que resultan en profesionales con un ‘sabor’ particular. Comenzar a trabajar con Chile es emocionante, ya que necesitamos resolver cómo tomamos ventaja de las oportunidades económicas que presenta el área Asia-Pacífico”.