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Luego de dejar la vicepresidencia ejecutiva del Consejo de Rectores, el rector de la U. de Santiago realiza un balance de sus dos años de gestión y asegura que “todos los logros obtenidos en este periodo no son obra de una sola persona, sino que son frutos del esfuerzo colectivo”.
El exvicepresidente ejecutivo destaca el trabajo desarrollado por el Consejo y sus universidades para enfrentar la pandemia por Covid-19, las contribuciones respecto a los aranceles regulados, la implementación de la Ley N°21.091 y los aportes al proceso constituyente.
Además, Zolezzi valora que “el Consejo es una organización democrática y un espacio de trabajo colaborativo, donde se enfrentan temas complejos con altura de miras y con un profundo compromiso por el bienestar del país y sus habitantes”.
El pasado jueves 28 de julio el rector de la Universidad de Santiago de Chile, Juan Manuel Zolezzi Cid, dejó la vicepresidencia ejecutiva del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), cargo que ocupó desde mayo de 2020.
El rector Zolezzi es ingeniero civil electricista de la Universidad Técnica del Estado, magíster en Ciencias de la Ingeniería por la Universidad de Chile, y doctor en Ciencias de la Ingeniería por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Ha tenido una fructífera labor como investigador en proyectos Fondecyt y como evaluador de trabajos científicos presentados a congresos nacionales e internacionales.
Su carrera ha estado profundamente ligada desde 1976 a la USACH, donde ha impartido clases de pre y postgrado en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y ha ejercido varias responsabilidades de liderazgo, como la dirección de dicha unidad académica y de Planificación e Informática. En 2006, fue electo como rector de la institución, cargo en el que fue reelecto en tres ocasiones y que dejará a partir de agosto.
Tras su despedida de la vicepresidencia ejecutiva del Consejo, Juan Manuel Zolezzi asegura que tiene “una mirada positiva” de este periodo, “a pesar de que nos tocó enfrentar, como universidades del CRUCH, las consecuencias del estallido social y una pandemia nunca antes vista, con terribles consecuencias para la comunidad nacional, de las cuales no estuvieron exentas nuestras comunidades universitarias”.
A la hora del balance, el exvicepresidente ejecutivo del CRUCH pone énfasis en que “puedo decir con satisfacción que el Consejo logró mantenerse unido en una época de convulsiones y esta unidad ha sido posible gracias al respeto que existe entre las rectoras y rectores y también entre las instituciones. El Consejo es una organización democrática y un espacio de trabajo colaborativo, donde se enfrentan temas complejos con altura de miras y con un profundo compromiso por el bienestar del país y sus habitantes”.
Los aprendizajes de la pandemia
-Desde su perspectiva, ¿cuáles fueron los principales logros de esta gestión?
En primer lugar, quiero enfatizar que aquí no hay logros personales, porque el Consejo es un espacio de trabajo colaborativo, donde las rectoras y rectores ponemos a disposición nuestras fortalezas y capacidades para contribuir al bienestar de nuestras comunidades universitarias, de las regiones a las que pertenecemos y del país en su conjunto.
En este contexto, una de las principales contribuciones en este periodo fue el trabajo de las universidades del CRUCH en la pandemia, escenario que hemos enfrentado con múltiples capacidades institucionales, algunas de las cuales descubrimos durante estos dos años. Con orgullo, uno de los logros es el apoyo brindado a estudiantes, académicos/as y funcionarios/as, manteniendo la plenitud de sus actividades de docencia de pre y postgrado, investigación y vinculación con el medio.
-¿Qué implicó liderar el pleno de rectoras y rectores en este escenario?
Sin duda la pandemia fue un tremendo desafío para la vicepresidencia ejecutiva del CRUCH y para todo el pleno, porque todas nuestras universidades debieron actuar rápidamente para que se mantuviera el servicio educativo online, así como el funcionamiento y gestión de las instituciones durante el periodo de confinamiento,
Quiero destacar además que las instituciones del CRUCH no solo actuaron en el frente educativo. También manifestaron su solidaridad, compartiendo todas sus capacidades para enfrentar la emergencia sanitaria, lo que se tradujo que pusieran a disposición del país sus laboratorios, hospitales y clínicas universitarias para recibir personas enfermas por Covid-19 o derivaciones de pacientes de otras patologías.
-La pandemia además abrió un complejo escenario financiero para las universidades. ¿Qué acciones desarrolló el CRUCH para garantizar la sustentabilidad de los planteles?
Cada una de las universidades del CRUCH realizó diversas acciones para equilibrar los costos de esta emergencia sanitaria y velar por las necesidades de las y los integrantes de sus comunidades. En este escenario fue clave la defensa férrea y colectiva del CRUCH a sus instituciones, a través de gestiones con actores legislativos y con el Ejecutivo, para revertir los ajustes planteados por el Gobierno en las leyes de Presupuestos para los años 2021 y 2022, que podrían haber agravado aún más la situación de los planteles.
También quiero destacar que, gracias a las gestiones del Consejo, se logró que en los Presupuestos 2021 y 2022 se nos autorizara a utilizar los excedentes del Fondo Solidario de Crédito Universitario (FSCU).
-A su juicio, ¿qué aprendizajes dejó la pandemia al quehacer universitario? ¿Qué elementos y/o prácticas debieran quedarse permanentemente en las prácticas de las universidades?
Ciertamente que la pandemia afectó a nivel global y en todos los ámbitos de la vida, incluyendo el quehacer universitario. Debimos volcar toda la actividad presencial a una modalidad remota, lo que no estuvo exento de complejidades, dado que quienes integran las comunidades universitarias no cuentan con los mismos recursos y acceso a una conexión a internet adecuada y/o equipamiento tecnológico acorde. Además, las y los integrantes de nuestras comunidades tenían que cumplir sus tareas, a la vez que lidiaban con las tareas propias del hogar y de la convivencia familiar, lo que implicó un desafío mayor para todas y todos.
En este sentido, uno de los aprendizajes que dejó esta experiencia está vinculado principalmente a comprender que, en la actualidad, internet es un servicio básico para la población y, por tanto, su acceso debe estar garantizado si queremos aspirar a continuar avanzando en materia de desarrollo.
-¿Y respecto a la oferta académica y a los procesos formativos?
En la lógica de la globalización, se hace imprescindible para las instituciones de educación superior contar con cursos virtuales que permitan acceder desde cualquier punto geográfico al conocimiento, de esta manera se derriban límites físicos y se favorece la democratización del conocimiento, permitiendo sacarlo del aula.
La colaboración interinstitucional también ha demostrado ser fundamental, porque permite compartir buenas prácticas, proyectos e iniciativas que ayuden en el perfeccionamiento de las metodologías educativas, las mallas curriculares y su adaptación a las nuevas necesidades que nos impone el siglo XXI.
Aportes al sistema de Educación Superior
-Otro de los desafíos que enfrentó el Consejo en estos años fue la implementación de diversas normas relacionadas con la Ley N° 21.091. A su juicio, ¿cuáles fueron los temas más importantes?
Acá hay que destacar que el CRUCH ha sido riguroso en el ejercicio de su rol como órgano asesor del Mineduc y si bien presentamos diferencias con la autoridad en algunos temas, esto ha sido resuelto eficazmente por los canales administrativos correspondientes.
Un ejemplo de esto ha sido el debate sobre los aranceles regulados, ámbito en el que el CRUCH ha desarrollado un trabajo muy intenso. El Consejo ha establecido lineamientos en este ámbito, velando por contribuir a diseñar una política pública integral, armónica y que dé cuenta del rol que cumplen las instituciones complejas en la sociedad del conocimiento y de su heterogeneidad.
Si bien durante 2020 y 2021 tuvimos grandes diferencias con las autoridades por las falencias que tuvo el proceso para fijar las bases técnicas -reparos ratificados por la Contraloría General de la República-, hoy reconocemos la disponibilidad de la Subsecretaría de Educación Superior para realizar un proceso ajustado a las exigencias de la ley, por lo que acogimos la invitación a participar en esta instancia.
Otro avance fue el traspaso del sistema de admisión desde el SUA (Sistema Único de Admisión) a la Subsecretaría de Educación Superior. Nuestra intención ha sido y es desarrollar un trabajo que permita a nuestras universidades enfrentar de mejor manera este escenario de cambios y poner a disposición la experiencia de los equipos universitarios a la nueva institucionalidad.
Asimismo, el Consejo ha estado presente en el debate de otros temas de inquietud para la educación superior, como los nuevos criterios y estándares de acreditación y la baja en la matrícula de carreras de pedagogía, un problema que requiere de una mirada sistémica para superarlo.
Por otro lado, las universidades estatales han participado en la implementación de la Ley N° 21.094, cada una de ellas ya presento sus proyectos de nuevos estatutos y se ha constituido el Consejo de Coordinación de las Universidades del Estado.
-Además de la Ley N°21.091, ¿qué otras acciones desarrolladas por el CRUCH destacan en este balance?
Es importante destacar el trabajo desarrollado en el ámbito de la equidad de género y, en particular, los pasos que se han dado en la implementación de la Ley N° 21.369, que regula el acoso sexual, la violencia y la discriminación de género en el ámbito de la educación superior. Para ello, el Consejo, a través de su comisión de Igualdad de Género, ha evaluado los logros de las universidades en este ámbito y se han planificado acciones para seguir avanzando.
-Otro hito que ha marcado los últimos años ha sido el proceso constituyente. ¿Qué destaca del aporte de las universidades del CRUCH a este proceso?
El país enfrenta un momento histórico referido al proceso de la Convención Constitucional. Todo el mundo nos está mirando porque estamos siendo protagonistas de un hecho inédito donde 154 convencionales constituyentes electos y electas democráticamente tuvieron la responsabilidad de aglutinar, consensuar y debatir respecto a los principales aspectos que deben estar presentes en la nueva Constitución.
En este proceso que duró un año y finalizó hace pocos días, las universidades del CRUCH cumplieron un rol fundamental, al poner a disposición de las y los convencionales todos los saberes y conocimientos de las comunidades universitarias.
Aquí quiero destacar las diversas acciones que impulsamos las universidades como conversatorios, seminarios, webinar, elaboración de documentos, propuestas de políticas públicas, entre otros; donde participaron todos los estamentos que las componen.
Desafíos futuros del CRUCH
-Luego de su periodo de gestión, ¿qué ámbitos de desarrollo y líneas de trabajo debiera priorizar el CRUCH?
Creo que el Consejo de Rectores debe seguir ejerciendo con convicción su rol de órgano asesor en la propuesta de políticas públicas. Nuestra organización está integrada por 30 universidades de prestigio y de comprobada trayectoria al servicio del país y de sus respectivas comunidades, que generan conocimiento e investigación en diversas áreas y a lo largo de todo Chile. Espero que nuestras instituciones mantengan la generosidad de siempre y sigan al servicio del país.
En el ámbito específico de la educación superior, creo que los próximos desafíos se vincularán con la implementación de la Ley N°21.091, por lo que seguirá siendo tema el diseño de los aranceles regulados y la necesidad de revisar el modelo de financiamiento que hoy rige al sector.
También avizoro que hay que seguir caminando con pasos decididos hacia la equidad de género en nuestras instituciones y a propiciar las matrículas en carreras de pedagogía. Ambas dimensiones requieren del trabajo decidido entre varios actores para lograr avances y creo que el CRUCH está en condiciones de seguir aportando en esa dirección.
-¿Qué mensaje le deja al pleno de rectoras y rectores?
Primero que todo, quiero agradecer a mis colegas por su permanente apoyo a esta gestión, por estar siempre disponibles a buscar soluciones a los problemas y desafíos que enfrentamos en estos dos años. Quiero reiterar que todos los logros obtenidos en este periodo no son obra de una sola persona, sino que son frutos del esfuerzo colectivo de las rectoras y rectores.
También quiero reconocerles por su constante espíritu de aprendizaje y por su genuino interés por aportar al sistema de educación superior y al bienestar del país. Tengo la convicción de que estos elementos son los principales activos del Consejo ante los desafíos que le tocará enfrentar en años venideros.
* El Informe de Gestión de la Vicepresidencia Ejecutiva del CRUCH para el periodo mayo 2020 – julio 2022 está disponible acá.
Fotografías: Comunicaciones USACH – Comunicaciones UPLA