Ante la agresión sufrida el día 22 de mayo por el rector y directivos de la Universidad de Tarapacá, por parte de un grupo de estudiantes del plantel, el Consejo de Rectores manifiesta su total rechazo a cualquier forma de violencia al interior de nuestras instituciones.
Hemos sido testigos de la intolerancia de algunos grupos estudiantiles que no han sabido valorar el camino del diálogo que como rectores proponemos para solucionar los conflictos que se generan en nuestras casas de estudio. Aunque se trate de grupos minoritarios dentro de la comunidad universitaria, el daño que producen a la convivencia democrática es inaceptable.
Como rectores, podemos entender las demandas estudiantiles e incluso en muchos momentos las hemos apoyado públicamente. Nuestra defensa ante la posible pérdida de beneficios, en la que declaramos que ninguno de los alumnos se quedará sin ayuda si lo necesita o nuestros esfuerzos en pro de la equidad en el ingreso a nuestras instituciones son muestras de la preocupación que hemos manifestado por nuestros estudiantes.
Por lo mismo nos sorprende y nos parece inaceptable que en nombre de esas demandas se cometan actos que solo contribuyen a fomentar un clima de violencia al interior de nuestras comunidades.
Rechazamos categóricamente la violencia en todas sus formas y solidarizamos con el rector Emilio Rodríguez, los directivos Ingrid Fernández y Alvaro Palma, la comunidad universitaria y sus familias. Estas acciones no deben formar parte de una institución universitaria, dado que ésta es concebida como un lugar donde se fomenta el diálogo y la democracia. Estos comportamientos no sólo constituyen una falta gravísima hacia los valores universitarios sino que también hacia la convivencia democrática de nuestro país.