Declaración
Pública
Recientemente se conoció la decisión adoptada por el Ministerio de Educación de no renovar el nombramiento de la Secretaria General del Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH), la que inexplicablemente no ha considerado los requerimientos ni la opinión de los y las rectoras de las 30 universidades que integran este Consejo.
Al respecto, deseamos manifestar a la opinión pública lo siguiente:
1. De acuerdo a la ley 21.091 al Consejo de Rectores, le corresponde asesorar y formular propuestas al Ministerio de Educación en las políticas públicas en materia de educación superior, además de coordinar a las instituciones que lo integran, promoviendo la colaboración entre éstas.
2. Para su funcionamiento, el CRUCH cuenta con una Secretaría General que presta apoyo administrativo y técnico a este Cuerpo Colegiado. El nombramiento de la Secretaria General se realiza mediante el Sistema de Alta Dirección Pública. Sin embargo, este es un cargo que requiere de la confianza del Consejo, que se financia solo con los aportes de las Universidades, y cuyo trabajo responde a las directrices y a la voluntad exclusiva del CRUCH.
3. Tanto las evaluaciones de cumplimiento del Convenio de Desempeño realizadas por el MINEDUC como las de todos/as los rectores y las rectoras del CRUCH, son coincidentes en que los objetivos y funciones que le corresponden a la Secretaria General se han realizado de manera óptima durante toda su gestión.
4. En consecuencia, la decisión de no renovar el nombramiento resulta inexplicable, a menos que esta medida sea el resultado de las legítimas discrepancias, tan propias de la democracia y del rol del Consejo de Rectores. Si esta fuere la razón, ella es injusta e inaceptable, más aún, considerando que las y los rectoras/es han acordado de manera unánime respaldar la petición de renovar el nombramiento de la actual Secretaria General, lo que ha sido solicitado reiteradamente a las autoridades pertinentes.
5. Toda esta situación nos interpela acerca del sentido y la misión del Consejo de Rectores, de la imperiosa necesidad de reconocer la autonomía que requiere su quehacer, de la vigencia de sus principios y valores, y del inherente compromiso con lo público, todo ello por sobre las orientaciones propias de la transitoriedad de los gobiernos. Nada más contradictorio para el país que el Consejo de Rectores sea determinado por condicionantes ideológicas o políticas.
Por el rol que el Consejo cumple en el sistema de educación superior y por la importancia de mantener vínculos respetuosos entre las instituciones públicas, es imprescindible que se escuchen los requerimientos del CRUCH, lo que sin lugar a duda contribuirá a la independencia que requiere para el buen desempeño de sus funciones en beneficio del país.