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En el contexto del proyecto internacional MIMIR Andino se desarrolló la “Mesa Nacional de Trabajo: Fortalecimiento de la gestión de la Investigación, la Innovación y Transferencia Tecnología”, en el que participan las universidades de Aysén, Biobío y Antofagasta.
El encuentro contó con la asistencia de la rectora Natacha Pino, de la Universidad de Aysén y el rector Eduardo Hebel de la Universidad de La Frontera, además de seremis del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Con la asistencia de rectores/as y académicos/as de universidades del Consejo de Rectores, y secretarias regionales ministeriales del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, el viernes 20 de agosto se efectuó la “Mesa Nacional de Trabajo: Fortalecimiento de la gestión de la Investigación, la Innovación y Transferencia Tecnología”.
El encuentro se enmarcó en las actividades del proyecto MIMIR Andino (Modernización para la Gestión Institucional de la Investigación y la Innovación en la Región Andina y América Latina), en el que participa el Observatorio de Relaciones Europa – América Latina (OBREAL); la Asociación Colombiana de Universidades (ASCUN); el Consejo de Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH); diversas universidades de Perú, España, Italia y Suecia; y, de Chile, las universidades de Aysén, Biobío y Antofagasta.
En la jornada, las tres universidades del CRUCH dieron a conocer sus experiencias en la aplicación del modelo desarrollado como parte del proyecto por la red de instituciones que participan, que busca instalar herramientas para la modernización de la gestión de la investigación.
Uno de los aspectos destacado por las universidades es que el modelo fue adaptado a las necesidades y realidades particulares de sus respectivos territorios. De esta forma, el foco de la Universidad de Aysén es avanzar en la modernización de la gestión de la información e investigación a través de la incorporación de herramientas digitales. En tanto, la prioridad para la Universidad de Antofagasta es generar un modelo que permita la gestión de la investigación e innovación de la casa de estudios, y que a la vez genere una mayor sinergia e impacto en las necesidades de la región. Finalmente, la Universidad del Bío-Bío, centró su trabajo en el uso de Big Data, como una herramienta de apoyo a la gestión institucional, para lo cual la misma universidad desarrolló un programa informático.
Colaboración e importancia de los territorios
La rectora de la Universidad de Aysén, Natacha Pino, resaltó que el proyecto MIMIR Andino ha sido una oportunidad de trabajo asociativo y colaboración entre los miembros y que el impacto ha trascendido el objetivo inicial de instalar herramientas para la modernización de la gestión de la investigación. Desde su perspectiva, “las universidades chilenas miembros del proyecto, junto con las universidades, agencias y organismos internacionales participantes, han tenido la posibilidad de intercambiar experiencias y, si bien algunas tienen muchos más años de existencia y realidades distintas, igualmente todas se focalizan en abordar un mismo problema, que es cómo hacemos ciencia, innovación, tecnología y creación desde nuestros propios territorios. Eso es lo que ha logrado constituir una red colaborativa virtuosa”.
Por su parte, el rector encargado de la Comisión de Investigación del CRUCH, Eduardo Hebel, de la Universidad de La Frontera, enfatizó “la importancia de la dimensión geográfica y territorial en la descentralización de la ciencia y la tecnología para el país, como elemento clave para incrementar el desarrollo de las regiones”.
Mencionó, además, la nueva institucionalidad impulsada por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, que “permitirá construir, en conjunto con los territorios, las hojas de ruta que guiarán la inversión en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación en los próximos años, pasando desde la eficiencia estática, en la cual las iniciativas de programas o proyectos se presentan centralizadamente, hacia la eficiencia dinámica, donde las necesidades de inversión son definidas desde los territorios, generando oportunidades para que aquellas zonas geográficas que cuentan con potencial de desarrollo de nuevo conocimiento, generen las soluciones que el territorio necesita, avanzando en estrechar las brechas existentes con otras zonas más adelantadas”.
En la misma línea, las Seremis del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, representantes de la Macrozona Norte, Daniela Barría, y Macrozona Austral, Pamela Santibáñez, sostuvieron que el modelo actual para el desarrollo de un sistema de ciencia, conocimiento, tecnología e innovación, da cuenta que existe una alta heterogeneidad a lo largo del país, por lo que es necesario avanzar en la disminuir brechas del capital humano avanzado y revisar la pertinencia de los instrumentos actuales para potenciar el desarrollo y fortalecimiento de los territorios.